Para poder medir los flujos de aire y gas con precisión y repetibilidad, se requieren una serie de parámetros "correctos". Para muchos sensores de flujo, la orientación relativa a la dirección del flujo es esencial para la calidad de los resultados. La elección del sensor también depende del gas a medir. El polvo y los gases agresivos también impactarán en la calidad de los resultados y también introducirán un mayor mantenimiento y reemplazo prematuro, con evidentes costos adicionales. En áreas con potencial de riesgo de explosión, como las que se encuentran en plantas de manejo de polvo y petróleo / gas, por ejemplo, se requieren sensores con la aprobación adecuada, y esto limitará la opción del proveedor de sensores.

Este sensor de flujo facilita la selección

El sensor de flujo térmico SCHMIDT SS 20.500 ofrece una solución ideal para la eficiencia energética y aplicaciones complicadas que incluyen procesos de secado, descarga de gases de escape, caudales en la guantera y vitrina, control de caudal volumétrico y muchos más. Además de la velocidad, el sensor también mide la temperatura del proceso y ambos parámetros están disponibles como salidas independientes. Esta capacidad de medición combinada reduce el número de puntos de roscado, lo que facilita la instalación y también ofrece un beneficio económico obvio. Los ángulos de flujo extremos de 360 ​​grados axiales y ± 45 grados desde la vertical simplifican el posicionamiento en el flujo de gas. Un amplio rango de medición de 0.

¿Polvo y gases agresivos? 

El cabezal de campana patentado hace posible la medición en aplicaciones cargadas de polvo sin influir en el valor medido. Si es necesario, el usuario puede realizar la limpieza fácilmente. Como opciones, el sensor está disponible certificado ATEX para uso en áreas peligrosas y con un recubrimiento protector especial para resistencia a medios agresivos, por ejemplo, ácidos traza.