Para la detección de fugas se necesitan instrumentos de medición rápidos y fiables. El detector de fugas electrónico se utiliza en el sector de la refrigeración, principalmente asociado al circuito de refrigerante de los sistemas de refrigeración.
Una fuga supone un escape de refrigerante en el circuito del sistema, lo que afecta directamente a su rendimiento. En un sistema de refrigeración hay varias áreas que son especialmente susceptibles de presentar fugas.
Los componentes más habituales que pueden presentar fugas son válvulas, selladores, conectores o incluso las tuberías acodadas.
El testo 316-3 es el detector de fugas ideal para todoterrenos. Gracias a su alta sensibilidad de 4g/a detecta incluso las fugas más pequeñas y además se maneja cómodamente con una sola mano.
- Manejo con un solo botón, reduciendo al mínimo la complejidad para el usuario: no es necesario configurar el instrumento porque esta inmediatamente listo para su uso.
- El cero automático es la vinculación automática del instrumento a la concentración de refrigerante presente en el ambiente en ese mismo momento.
Con el testo 316-3 la indicación de fugas, se realiza mediante dos formas:
- Los indicadores LED permiten al usuario estimar la cantidad de fuga y determinar el centro de la misma.
- Emisión de una alarma acústica, lo cual es extremadamente útil cuando se detecta en áreas de dificil acceso y no es posible visualizar los indicadores LED.
El testo 316-3 cuenta con tecnología de su sensor, el cual reacciona ante todos los refrigerantes comunes. El elevado nivel de sensibilidad se aplica a todos los refrigerantes comunes (incluyendo las mezclas).
- Robusto
- Ergonómico
- Fácil de usar
- Alta sensibilidad
El Testo 316-3 está compuesto de 4 elementos: la sonda, el filtro, la funda de protección y el sensor.